El sistema consiste en la estabilización mecánica de un terraplén a través de la interacción de las partículas del material de relleno y el refuerzo utilizado.
Esta solución destacaría por el mejoramiento de las propiedades mecánicas del suelo, rapidez en su montaje, una adecuada adaptación a asentamientos diferenciales, ductilidad y liberación de energía durante un sismo.
La tecnología de tierra estabilizada mecánicamente (TEM), consiste en la estabilización mecánica de un terraplén por medio de la incorporación ordenada de mallas de refuerzo al interior de un relleno granular compactado.
Estas mallas de refuerzo cuentan con un pliegue en uno de sus bordes que, en conjunto con una malla de respaldo, constituyen el paramento exterior de una obra de contención.
Esta tecnología ofrece mayor flexibilidad, resistencia, rapidez de ejecución, terminación estética y economía que los muros de contención tradicionales.
El resultado es un material híbrido (suelo-armadura) que permite construir muros de contención y otras obras con interesantes propiedades como: